Cuestión de privacidad

ICANNHace un par de semanas, contraté para mi dominio personal (“.org”) un nuevo servicio que me ofrecía GoDaddy.com cuya finalidad es ocultar los datos de carácter personal que aparecen en una consulta Whois. Como saben, ICANN exige que los datos que aparecen en las consultas Whois a un determinado dominio sean verdaderos [ICANN Whois Data Reminder Policy], so pena de la cancelación de éste. Aunque este es un tema que presumiblemente va a cambiar en un futuro cercano, actualmente esa es la política actual.

Por supuesto, y aunque estoy adivinando, con cerca de sesenta millones de dominios “.com” (más los “.net” y “.org”) en el mundo, esto es con toda probabilidad una formalidad que se aplicará cuando haya por medio un litigio por algún dominio, un delito, o alguna situación similar. No obstante, en última instancia, esto significa que su nombre y apellidos, teléfono, fax, y dirección personal, aunque no sean requeridos activamente por ninguna entidad oficial, están disponibles al público; todo muy en la línea de la aproximación a la protección de los datos de carácter personal que existe al otro lado del charco.

La cuestión es que no me siento especialmente cómodo exponiendo mi teléfono y dirección personal a unos cuantos millones de personas (ya saben, manías mías), así que, aunque tenía la posibilidad de poner la dirección de S2 Grupo en los diferentes contactos, decidí contratar este servicio. Ni que decir tiene que tampoco me resulta del todo agradable cederles mis datos a una empresa extranjera que no está sometida a ninguna ley análoga a la LOPD, pero al parecer esta es la única y mejor alternativa de momento. Bien, aunque el servicio que les comento es ofrecido por GoDaddy.com, lo hacen a través de una segunda empresa, DomainsByProxy.com (DBP), “propiedad” -permítanme ser laxo en términos de propiedad- de GoDaddy. Brevemente, el servicio funciona como una especie de “delegación de registro”, por lo que al hacer una consulta Whois, en lugar de tus datos aparecen los de DBP, y ellos actúan de proxy de correo electrónico en caso de que alguien desee ponerse en contacto con el propietario del dominio. Para la gestión y modificación de los datos reales del dominio y otros parámetros básicos, el servicio dispone de una interfaz web a la que se accede -lógicamente- mediante usuario y contraseña.

Al parecer, GoDaddy no es el único registrador que proporciona esta funcionalidad [de pago], por lo que si no desean ustedes estar expuestos a la fauna de Internet -que es mucha y de variadas intenciones, y no es por meter miedo- de una manera que en mi opinión es excesiva y carece de sentido, y no disponen de algún tipo de alternativa, les recomiendo personalmente moverse al “.es” (algo que estoy valorando seriamente), que *en teoría* debería aportar mucha mayor protección, o contratar un servicio de este tipo.

Y por si alguien es tan desconfiado como yo, les aseguro que por nada de esto cobramos comisión.