Seguridad sectorial (V): eléctricas. Control

Para finalizar nuestra serie sobre seguridad en las eléctricas (véase [1][2]), y dado que como ya adelantamos en nuestro primer post el área que hemos llamado “de empresa” no va a ser objeto de un artículo específico —a fin de cuentas, en este caso se comparten casi todos los elementos de seguridad con organizaciones de cualquier otro sector—, vamos a hablar hoy del área funcional de control y los aspectos de seguridad más destacables en la misma.

El área de control está formada por una red de centros con un objetivo muy específico: el control —como su nombre indica— de la calidad de la energía y del tráfico de la misma, en cualquier punto de la cadena, desde las centrales de producción hasta nuestras casas (realmente, no hasta nuestras casas tal cual, pero casi). Aquí, sin duda, los activos más relevantes —aparte de las personas, que siempre son lo más importante— son por un lado los elementos tecnológicos de control y por otro la información que estos elementos manejan, y por tanto la principal amenaza es el sabotaje, tanto físico (atentados o vandalismo contra los centros de control) como lógico (ataques a los sistemas de control, intrusiones…).

No hay que olvidar que las eléctricas son un sector considerado como Infraestructura Crítica Nacional, y por tanto son un objetivo prioritario no sólo de terroristas, sino también de servicios de inteligencia de países enemigos (o amigos); evidentemente, ningún servicio secreto ejecutaría —al menos directamente— un ataque terrorista contra los centros de control de la energía eléctrica de un país amigo, ya que en caso de verse descubiertos, el hecho podría tener una gran repercusión internacional, pero en el caso de ataques cibernéticos la cosa cambia: a cualquier país le interesa obtener la información relativa al sector eléctrico de su vecino y, si existiera la posibilidad de, en caso de conflicto, poder tomar el control de los centros, pues mucho mejor, ¿no? Y todo esto sin posibilidad de ser descubiertos, ya que el ataque telemático siempre será remoto, y si alguien nos acusa, bastará con negarlo… evidentemente, algo muy apetecible para todos, y por tanto algo a tener muy encuenta a la hora de hablar de los centros de control del sector eléctrico.

Aunque un ataque de estas características dirigido a nuestros centros de control no parece especialmente probable, ya se han dado casos de “intentonas” similares dirigidas a los Estados Unidos; por ejemplo, aquí tenéis un enlace de una noticia que apareció en el WSJ. Probablemente, para ellos sea una amenaza más de las muchas que sufren, pero siempre algo a tener en cuenta. Muy en cuenta, si consideramos que en USA existe desde hace tiempo un ISAC específico para este sector, el ES-ISAC, encargado del intercambio de información referente a la seguridad del sector (física, lógica…) tanto entre eléctricas como con el gobierno, administraciones locales, grupos de interés, etc.

Como hemos dicho, la amenaza lógica al control eléctrico en España no es algo, de momento, preocupante (o eso dicen). Pero si hablamos con cualquier director, responsable, técnico… de seguridad de una eléctrica, nos puede dar datos acerca del volumen de ciberataques que las empresas del sector sufren a diario, sin consecuencias pero con algo más que intencionalidad, desde países no-amigos (no les llamaremos “enemigos”). Asusta, ¿verdad?

(Fotografía por Pyrenne en Photobucket)

Comments

  1. “…No hay que olvidar que las eléctricas son un sector considerado como Infraestructura Crítica Nacional, y por tanto son un objetivo prioritario no sólo de terroristas…”, desde hace siglos existe el terrorismo, de manera muy acentuada desde hace décadas, a lo largo de las cuales se han producido miles de ataques terroristas, y me gustaría conocer uno sólo en que los centros energéticos fueran el objetivo.

    Lo más parecido es cuando en alguna ocasión ETA ha puesto una pequeña bomba en algún repetido de TV, y de echo es más un reclamo para luego hacer estallar una segunda bomba dirigida a las fuerzas de seguridad.

    Así que no sólo no son prioritarios, sino que tampoco están entre sus objetivos secundarios. Decir cosas que no son resta credibilidad al artículo. Puede que sea una licencia en la redacción intentando hacer ver a los lectores su importancia; pero la verdad es que no dejan de ser especulaciones si los grupos terroristas tienen entre sus objetivos la generación y distribución energética, y los echos no parecen apoyar tampoco esta tesis, que se ha presentado como cierta.

    Saludos.

  2. Aunque estoy de acuerdo en que ETA apenas ha atentado contra centrales energéticas (véase el atentado menor del 12 de julio de 2005 contra la central térmica de Amorebieta, y los atentados contra la central nuclear de Lemóniz), el carácter eminentemente político de los atentados de esta banda terrorista hace que no sean probablemente un objetivo prioritario. En cualquier caso, el hecho de que no haya demasiados casos de ataques terroristas contra centrales energéticas (a nivel mundial) no demuestra nada más que eso; por la misma razón, la ausencia de atentados contra la familia real española indicaría que ésta no es un objetivo prioritario de ETA.

    En el otro lado, la clasificación de éstas como Infraestructura Crítica Nacional (ICN) y las medidas especiales de seguridad que suelen tener (especialmente, y por razones obvias las nucleares) explica (al menos parcialmente) la ausencia de atentados a este tipo de instalaciones, y el consenso existente entre los expertos en seguridad que sitúan a éstas como potenciales objetivos terroristas; hay indicios de que los ataques del 11-S fueron planeados inicialmente para tener como objetivo plantas nucleares.

    Un saludo.

  3. Antonio Villalon says

    Hola Shadow
    En primer lugar disculpas por tardar tanto en responder (estaba de vacaciones).

    Las energéticas son un objetivo muy claro tanto para cualquier grupo terrorista internacional que busca desestabilizar a un país que considera “enemigo” (Al Qaeda, por poner un ejemplo) como en un conflicto bélico entre dos o más estados; de ahí que en cualquier país anglosajón, y más recientemente en Europa, sean consideradas ICN, como apuntaba Manolo.

    Obviamente para ETA, el sector energético no es objetivo prioritario, ya que este terrorismo se engloba dentro del denominado “nacionalista”, junto al IRA o al Partido de los Trabajadores de Kurdistán, por poner unos ejemplos, que por supuesto no es comparable en este sentido al terrorismo internacional. Como tú dices, ETA sólo ha usado estos objetivos de forma secundaria, como reclamo para atentados dirigidos a FFCCSE; pero el que ETA no lo haga, no significa que otros grupos terroristas no lo quieran/puedan intentar.

    Sólo un detalle: tras la psicosis del 11-M, una de las tareas del ejército en España -entre otras- fue la protección de presas… curioso, ¿verdad?