Nukin’ Zaragoza: a cyberwar exercise (V). Daños colaterales.

(Puedes consultar todas las partes de esta serie en los siguientes enlaces: 1. Apagón, 2. Esto no puede estar pasando, 3. Silencio sepulcral, 4. La hora de la verdad, 5. Daños colaterales, 6. La verdad está ahí fuera, 7. Lo que sabemos que no sabemos, 8. De vuelta al mundo real, 9. Conclusiones. Esperamos que hayan disfrutado con ella tanto como nosotros escribiéndola y publicándola).

Zaragoza, 20 de Marzo de 2017 – 19:30h

La Presidenta de España aparece minutos después en todas las cadenas de televisión españolas con un informe breve de la situación: no se ha producido un ataque nuclear en España y Zaragoza continúa sin suministro eléctrico y de comunicaciones (por lo que se declara el estado de emergencia en toda la provincia). Se mantiene el nivel de alerta antiterrorista en 5, y se están tomando todas las medidas necesarias para que Zaragoza vuelva a la normalidad lo antes posible.

A los pocos minutos de la emisión del comunicado, la Academia Militar de San Gregorio entra en contacto con Defensa, informando de su plena capacidad operativa.  De la misma forma, se empieza a poder contactar de forma paulatina vía radio con la UME y otras unidades de las FFCCSSE, logrando establecer una primera (aunque frágil) red de comunicaciones. La Policía Nacional se persona en la vivienda del consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón (el presidente de la comunidad está volviendo de Jaca en estos momentos), y éste ordena la activación de PLATEAR (Plan Territorial de Protección Civil de Aragón), declarando una emergencia de nivel 3 (la más alta posible).

De forma inmediata se constituye el CECOPI (Centro de Coordinación Operativa Integrado) en el Centro de Emergencias 112 SOS Aragón, que comienza a establecer contacto con los demás organismos integrados en el plan de respuesta (FFCCSSEE, bomberos, hospitales, ejército, etc…)

El objetivo está claro: restablecer cuanto antes tanto el suministro eléctrico como las comunicaciones en la ciudad de Zaragoza y proteger a los ciudadanos respondiendo a todas las emergencias existentes. El fallo de suministros esenciales está contemplado como un riesgo en PLATEAR, pero no a tal escala y con esta combinación de fallo doble, lo que hace la respuesta complicada en sus primeras fases.

[Fuente: Pixabay]

Sin embargo, cada parte sabe perfectamente lo que tiene que hacer: mientras la policía nacional y local circulan por las calles informando a los ciudadanos de lo sucedido y ayudando a mantener la calma, los bomberos y los servicios sanitarios atienden todas las emergencias con rapidez y profesionalidad. La UME se despliega con celeridad, colocando grupos electrógenos allí donde es más necesario y desplegando un campamento médico de emergencia en la plaza del Pilar.

La resolución de los problemas es algo más compleja: como ya se comentó, la red eléctrica es un sistema muy complejo que necesita mantener un equilibrio constante entre oferta y demanda.  Los procedimientos para levantar de nuevo una subestación están perfectamente definidos, pero se sigue sin tener acceso a las estaciones de telecontrol, por lo que todas las operaciones deben realizarse manualmente. Y estamos hablando de múltiples subestaciones, sin disponer todavía de comunicaciones fiables para la sincronización de las operaciones manuales entre distintos técnicos.

Los técnicos de REE trabajan sin descanso, apoyados por unidades de la Policía Nacional que usan sus radios como relay de comunicaciones con el CECOEL para coordinar el proceso ordenado de restablecimiento del suministro eléctrico. A las 4.00AM se reconecta la primera subestación, y poco a poco el resto van entrando en servicio. A las 11AM REE da por solventado el cero zonal: Zaragoza vuelve a tener luz.

El tema de las comunicaciones es harina de otro costal. Los técnicos tanto de las operadoras como de cualquier otra red de envergadura de Zaragoza (Gobierno de Aragón, FFCCSE, Universidad) encuentran que la configuración de todos sus router está borrada por completo. Todos los equipos de comunicaciones están limpios como se acabaran de sacar de sus embalajes, por lo que es necesario reconfigurarlos de nuevo desde cero.

[Fuente: Pixabay]

Algunas organizaciones guardan copias de seguridad de la configuración, otras no conocen ni siquiera el procedimiento para iniciar una nueva, por lo que pasan varios días hasta que las telecomunicaciones funcionan al 100%.

El que el incidente ocurriera en un puente tuvo sus ventajas e inconvenientes: al ser un día de fiesta después de unas mini vacaciones, no había fábricas funcionando ni prácticamente ninguna instalación en la que un fallo eléctrico pudiera haber causado un accidente grave. La mejora del clima supuso que buena parte de los zaragozanos estuviera en las terrazas o paseando por la calle, por lo que el apagón les cogió por sorpresa pero no cundió el pánico generalizado. Para muchos de los habitantes de Zaragoza, el incidente fue una molestia importante, pero poco más.

Aun así, los servicios de emergencia tuvieron las manos llenas rescatando gente atrapada en ascensores, atendiendo a múltiples accidentes de tráfico y asistiendo numerosos accidentes menores. Los servicios sanitarios estuvieron prácticamente colapsados con ataques de ansiedad, lesiones menores y otras urgencias, pero supieron dar salida a todas las necesidades.

La nota más negra del incidente la puso un conocido centro comercial. Su sistema eléctrico había pasado todas las revisiones de seguridad, y tenía su Plan de Autoprotección diseñado e implementado, pero por causas desconocidas al producirse el apagón no se activó correctamente el alumbrado de emergencia.  En la situación de incertidumbre, se produjo un incendio en un local de restauración y el pánico cundió entre el público. El resultado: 29 muertos y casi de un centenar de heridos.

Pasados unos días se conocen las cifras totales: 34 muertos, más de un centenar de heridos graves y cerca de 300 millones de euros en pérdidas materiales. Todo el mundo está de acuerdo en que es necesario responder a una pregunta: ¿qué ha sucedido en realidad?

(Continuará…)