Algunos me llaman Kido, otros Disken, aunque puede que el nombre que me haya hecho más popular sea Conficker. En realidad no importa, sólo son nombres que me dan aquellos que me buscan para destruirme. Mi auténtico nombre es algo que, como mi creador, permanece oculto.
Soy un bicho, y esta es mi historia.
Nací hace algunos meses en un garaje de algún lugar del mundo, tras bastantes horas de esfuerzo. Allí mi creador me explicó lo que sería mi misión, y me transmitió el secreto que me permitiría avanzar entre los enemigos. “Busca el 445” me dijo, ese era el camino.
Una vez en la red, me apresuré a buscar ese 445 que me iba a permitir explorar este mundo que se abría ante mi. Desgraciadamente hoy en día los 445 no se exhiben así como así, sino que se encuentran bien guardaditos, al menos de puertas hacia fuera. Tenía que haber otra manera de pasar esas malditas puertas. Tras un par de vueltas a la cabeza y un par de copas en el bar de Blaster (sí, ese que montó tras retirarse) conocí a un bicho que aseguraba conocer el secreto para que Internet Explorer le abriera las puertas. No tenía nada que perder, así que decidí colaborar con él. Nos metimos en un disfraz de JPG y me dijo que me estuviera quieto y callado, y nos apresuramos a reenviarnos a tantos buzones de correo como pudieramos, con la esperanza de que alguno de ellos no se percatara de la trampa hasta que fuera demasiado tarde.
Pasadas unas cuantas horas y visitar algunos usuarios domésticos, alguien nos descarga desde su buzón de GMail, y al abrir la imagen… mi compañero cumple su palabra, me saca del disfraz y me libera para que prosiga con mi misión.
Miro a mi alrededor y efectivamente he pasado una de las puertas, estoy en un equipo edición profesional, y me pregunto como es posible que en estas empresas permitan que los usuarios consulten el correo de GMail o cualquier otro webmail público sin ningún tipo de restricción. Mejor para mí, ya estoy dentro…
Desde aquí puedo ver un montón de 445’s de equipos que tampoco tienen activados los cortafuegos personales. Me pregunto si tiene alguna utilidad que entre equipos de usuario este puerto sea accesible, además de servirme a mi para mis planes, o si la palabra “segmentación” y “filtrado” le dice algo a esta gente. Intento avanzar de equipo a equipo, consiguiéndolo en la mayor parte de ellos; a los usuarios (y a algunos administradores) no les gusta eso de aplicar parches de seguridad, de lo contrario ni siquiera hubiera podido pasar del Internet Explorer. El caso es que tengo un montón de equipos en los que andar a mis anchas.
En muchos de ellos están también aquellos que buscan destruirme, pero no me conocen, no saben cómo soy, y somos demasiados procesos como para que se den cuenta del tipo de acciones que estoy realizando.
Me copio en disco, bien escondido, y también en tantos dispositivos USB como encuentro, así si soy destruido mientras prosigo con mi misión, otro ocupará mi lugar.
Parece que finalmente he sido descubierto. Tanto andar a mis anchas de un lado para otro hace que todo vaya más lento; quizá la próxima vez debería ser más sigiloso. Han venido unos tipos y han capturado a varios de los nuestros, me preocupa que puedan interrogarlos y conseguir averiguar todo lo que saben sobre la misión. Mis peores temores se han hecho realidad, estos tipos de antes han debido avisar a aquellos que quieren destruirnos, porque ahora de repente nos reconocen, y saben cómo y dónde nos escondemos. Intentamos huir pero el 445 ya no me muestra el camino, no tengo escapatoria. Poco a poco, todos los compañeros caen, tras varios días de intensa batalla.
Parece que mi corta vida ha llegado a su fin, pero esto no va a quedar así. Volveré… Y estaré siempre un paso por delante de ti.