La idea para escribir este post surgió a raíz de haber investigado múltiples casos de infecciones en equipos a causa de los omnipresentes Exploit Kits (EK). Una visita a un sitio web que aparentemente no debía comportar ningún riesgo, acababa con el usuario llamando al servicio de seguridad porque no podía abrir sus ficheros y comentando que le aparecía una imagen en la pantalla pidiéndole dinero por recuperar sus datos. Y en otros casos ni tan siquiera eso, porque se había infectado con un RAT o un troyano bancario y no era consciente de ello.
Existen métodos de redirección simples que se implementan directamente en el servidor web; son opciones que permiten gestionar las visitas a dicho sitio web y adaptar su comportamiento a las preferencias o características de los visitantes.