Reputación online, un valor en alza

¿Cuánto vale nuestra reputación? Para dar respuesta a esta cuestión (nada sencilla salvo que la repuesta vaya a ser “mucho”) tenemos que considerar la relación entre reputación y éxito. Y cuando digo “éxito” me refiero a alcanzar o no nuestros objetivos, tanto personales como profesionales. En determinados colectivos, la reputación es un elemento fundamental para su éxito o declive. Podríamos incluir en ese grupo personas con cargo público como alcaldes, concejales, ministros, etc. Pero también afecta directamente a profesionales del sector privado como actores, cantantes, diseñadores y un largo etcétera.

En la presente entrada hablaremos sobre las particularidades de la reputación online y expondremos algunos ejemplos que demuestran la importancia de ésta. Empecemos pues, definiendo lo que es la reputación online. Aunque se le puede dar muchas vueltas a este concepto, nos quedaremos con la definición más sencilla (cortesía de Wikipedia): La reputación online es el reflejo del prestigio o estima de una persona o marca en Internet.

Por todos es sabido que conseguir y mantener una buena reputación requiere mucho esfuerzo, constancia, dedicación y tiempo. Por el contrario, la “mala fama” puede llegar en el momento más inesperado ya bien sea de la mano de un escándalo, error o un simple malentendido. Lo mismo ocurre con la “reputación online” pero con la particularidad de que las tecnologías de la información acentúan la repercusión que tienen nuestras acciones. Si son buenas, existen los medios para publicitarlas, difundirlas y sacar el máximo partido a nuestro esfuerzo. Sin embargo, nuestros patinazos también serán más sonados. Por lo tanto, podríamos decir que la reputación online es más “frágil” que lo que hasta el momento era la reputación en general. Ni decir tiene que ambos conceptos (reputación y reputación online) guardan una estrecha relación.

Para ilustrar lo que comentábamos sobre la “fragilidad” de la reputación online, vamos a citar algunos ejemplos en los que un simple comentario desafortunado y/o malentendido ha manchado la reputación de algunos famosos.

David Bisbal y su viaje a Egipto. Casi con total seguridad conocerán el caso del tweet desafortunado de David Bisbal pero si no es así, hacemos un breve resumen. En febrero de 2011, cuando el pueblo egipcio estaba volcado en derrocar el régimen de Mubarak, David Bisbal publicó en Twitter “Nunca se han visto las pirámides de Egipto tan poco transitadas, ojalá que pronto se acabe la revuelta”. Esto generó la reacción de cientos de internautas que se mofaban y ridiculizaban al cantante por la frivolidad de su comentario. Probablemente su intención no era herir la sensibilidad de nadie pero podría haber elegido otro modo de solidarizarse con el pueblo egipcio.

Russian Red y la delgadez extrema. La cantante Russian Red también ha recibido un buen aluvión de críticas a raíz de un comentario que publico en su cuenta de Twitter. En este caso el mensaje decía: “La manera de combatir la falta de belleza es la extrema delgadez“. Ella se apresuró en corregir el comentario indicando que todo había sido un malentendido pero el daño ya estaba hecho. Muchos seguidores la culparon de promover la anorexia y finalmente decidió cerrar su cuenta de Twitter.

Personalmente creo que el primero de los ejemplos es poco importante y así lo percibieron la mayor parte de los internautas que, aunque criticaron fuertemente al cantante, entendían que se trataba de un comentario desafortunado sin mala intención. Este caso puntual no ha tenido repercusión más allá de la creación de “hashtags” y grupos de Facebook para seguir con las bromas.

El segundo caso es un tanto más delicado. Muchos de los trastornos alimenticios que existen actualmente son fruto de los cánones de belleza de la sociedad. Hoy en día, el modelo de belleza femenino presenta mujeres muy delgadas. Es complicado luchar contra las tendencias incluso cuando éstas son perjudiciales para la salud.

Entre los fans de la cantante puede haber adolescentes dispuestas a sacrificar su salud con tal de seguir sus pasos. Ante esta situación, no es nada favorable que los famosos apoyen o promuevan estos prototipos de belleza. El manager de la cantante se apresuró en saltar al ruedo alegando que el tweet era una crítica a la extrema delgadez y no un comentario a favor. Finalmente decidieron cerrar la cuenta de Twitter y no parece que esto vaya a tener más repercusión, o al menos, no en la misma medida en la que le afectó a John Galliano —diseñador de Dior—, bueno ex-diseñador para ser exactos. En este caso su patinazo no fue a través de las redes sociales sino en una cafetería donde, con varias copas demás, soltó una retahíla de sentencias racistas y xenófobas que le terminaron costando el puesto de trabajo.

En los casos expuestos, los principales afectados son personas pero sus acciones también afectan a sus respectivas empresas. Los resultados de éstas pueden depender en gran medida de la reputación online. Al respecto, encontramos un claro ejemplo en el caso “Telecinco: La noria – Pablo Herrero”. Sin entrar en valoraciones, nos llama la atención el hecho de que Telecinco haya cuantificado en 3.7 millones de euros las pérdidas económicas derivadas de la campaña de “desprestigio” que llevó a cabo esta persona.

Cada vez es más importante cuidar nuestra imagen en Internet lo que provoca un incremento en la demanda de productos / servicios relacionados con la reputación online (también denominada reputación digital). Medidas de seguridad que hasta el momento se aplicaban por sentido común, pasan a controlarse minuciosamente para cuidar cada detalle que pueda afectar a la imagen de las organizaciones. Paulatinamente, también proliferan las “herramientas” del estilo de TripAdvisor que permiten a los clientes, de una forma cómoda y sencilla, conocer nuestra reputación online (en este caso, valoración de productos y/o servicios relacionados con viajes).

Dada esta situación y observando las tendencias del mercado, comprobamos que en la actualidad la reputación online es un elemento importante para las empresas y que próximamente pasará a ser un factor crítico para el éxito de las mismas. Por lo tanto, se trata de un valor en alza que conviene proteger desde hoy mismo. Queda en vuestras manos el decidir si invertir o no.

[Sobre Samuel Segarra]

Comments

  1. Claro y lo peor de todo es el nivel de influencia que puede tener una persona en internet como el caso de las personas con delgadez extrema

  2. No se si habeis visto el caso ahora de Pipi Estrada en twitter

  3. Es cierto que las redes sociales también pueden ser una “herramienta” para atacar a la dignidad de las personas. No olvidemos el caso de Alistar McAlpine, el político británico al que se le acusaba de violación cuando no había cometido el delito. En el caso de Pipi Estrada, habrá que ver cómo han obtenido los contactos de los famosos, pero si él afirma que le robaron el móvil todo parece apuntar a que efectivamente esa fue la fuga de información.

    Gracias por el comentario Sergio. Un saludo.

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