Ya sé que es un poco tarde, pero hoy he visto El Hobbit. Y sí, la película me ha resultado entretenida, he visto la recreación de un libro divertido en la pequeña pantalla que alguien se ha encargado de transformar en un guión de tres horas para la primera parte de una trilogía. Perdónenme los fanáticos de Tolkien, pero yo jamás pude imaginar que un libro como El Hobbit diese para una trilogía de tres horas cada película.
Y esa misma sensación es la que muchas veces me he encontrado en mi experiencia profesional cuando he tenido que abordar proyectos de seguridad que únicamente tienen en cuenta la fase de la auditoría lógica.

En los últimos años las redes sociales se han extendido de forma masiva y ya resulta extraño encontrar personas que no hagan uso de estos servicios de forma habitual, eso sí, debo reconocer que yo soy uno de ellos y que únicamente tengo mi cuenta para mi comunidad de vecinos, por lo que seguro que cualquiera de ustedes sabe más de las redes sociales que yo mismo.
Aunque en alguna ocasión hemos hablado de OWASP (algunos de nosotros estuvimos en el pasado meeting del pasado mayo que tuvo lugar en Barcelona), lo cierto es que hasta la fecha, no hemos profundizado demasiado sobre este proyecto. Sirva esta entrada para solventar esta (relativamente) grave carencia.