Noticia de hoy. La Secretaria de Seguridad Nacional de los EEUU acaba de advertir del riesgo de un “11-S informático” inminente. Habla de una amenaza real de que se produzcan ataques informáticos contra infraestructuras clave no sólo para la defensa, sino para el suministro de servicios esenciales para el funcionamiento de su país.
Aunque sabemos que los políticos hacen a veces un uso interesado de las informaciones relacionadas con amenazas y riesgos para justificar intervenciones militares u otro tipo de acciones, no creo que sea éste el caso. No hay elecciones a la vista, no se habla de un país enemigo concreto, no es sensacionalismo ni demagogia. Esto no es una broma. De hecho Janet Napolitano habla de “si no prevenir, al menos mitigar los daños”. Estamos hablando de ataques a infraestructuras críticas que gestionan y suministran agua y electricidad a la población, sin ir más lejos.
Los EEUU tienen un problema similar al que tenemos en España. Muchas de las infraestructuras críticas están en manos de empresas privadas, lo que provoca a veces falta de comunicación con las administraciones públicas, recelos y trabas a compartir información sobre posibles vulnerabilidades de las instalaciones por los riesgos que implica que esa información pueda caer en manos de posibles terroristas, de la competencia o ser conocidas por los temibles mercados.
El gobierno estadounidense está trabajando en facilitar esas vías de comunicación y en activar un plan de ayudas dirigido a que las empresas privadas mejoren los niveles de seguridad de las infraestructuras que gestionan. En mi humilde opinión creo que por ahí deben ir los tiros. Estamos hablando de seguridad nacional, de seguridad de la población civil. No basta con publicar una Ley de Protección de Infraestructuras Críticas y su Reglamento. La frase más habitual escuchada en foros y reuniones en boca de los gestores privados es “Vale, ¿y esto quién lo paga?”. Para poner en marcha los planes de protección adecuados en materia de seguridad física, lógica y organizativa de estas infraestructuras críticas hace falta dos cosas: sensibilización y concienciación de los gestores de que los riesgos son reales y dinero para abordar los planes.
Por último, un pequeño detalle que considero significativo. La noticia a la que hago mención no se publica en la sección de sociedad, o de internacional. No. Se publica en la sección de tecnología del periódico digital. Este pequeño detalle en mi opinión denota que no se acaba de ver la gravedad del nivel de riesgo real existente. Esto no es una broma de cuatro frikies.